Sistema de la Raposa

En Tenerife, "raposa", canasta y cesto de mano actúan como unidades elementales de medida, facilitando contabilidades y recuentos.

Estos recipientes de cestería son elaborados aún en la actualidad por afamados artesanos del Noroeste de Tenerife: hermanos González González en Barroso, La Orotava ; D. Domingo Grillo y D. Marcelino Reyes , en San Juan de la Rambla ; D. Juan González Fariña , en Pinoleres o D. Norberto Perdigón en La Florida , en La Orotava ; entre otros. El tipo de material usado para este tipo de cesto es el de vara (follado), encontrándose, principalmente, en La Orotava y Realejos. La dureza de la vara (follado) configuraba unos tipos de cestos muy resistentes, principalmente para los cestos de raposas.

En el cultivo de la papa se usa en el Norte de Tenerife la raposa de un quintal y medio (69 kilogramos) y sus divisores: la canasta o cuarto de raposa y el cesto de mano, su sexta parte.

En la recolección, los hombres se disponen en diagonal en el terreno, en surcos contiguos y, avanzando pausadamente de derecha a izquierda, recorren cada uno su surco, "sachando" de abajo a arriba la totalidad de la huerta. Mientras, las mujeres y chiquillos recogen los tubérculos, las "papas bonitas", clasificándolas en menudas, grandes y de semilla. Las vacían en primer término en pequeños cestos de mano o canastas de dimensión mayor y, cuando éstos quedan "encolmados", las introducen en la raposa. Cuando se completa el aforo de la raposa, se vacía su contenido en un saco de "tres listas" y, entonces, tanto el dueño como el medianero saben que han recolectado exactamente 69 kilogramos o un quintal y medio.

Por otra parte, con dos raposas de papas grandes se carga una bestia, colocando cada uno de los sacos a cada lado del animal, y el procedimiento de reparto suele valorarse por "cargas de bestia": "una para el amo y otra para el medianero".

Puede darse el caso de que, en el reparto final, la papa cosechada no dé para una raposa entera. Entonces, se distribuirá el tubérculo con ayuda de las canastas y de los cestos, partiendo el resto de la cosecha bien en dos canastas, siempre que "quepan", esto es, que se disponga de suficientes tubérculos, o bien en cestos de mano cuando son pocas las papas bonitas que faltan por repartir.

El recuento de la cosecha y la distribución equitativa entre "medianero" y "amo" se anota cuidadosamente en sencillas libretas "de anotar" o con ayuda de ramas de brezo o codeso. En estas ramas se utiliza la contabilidad con marcas, las "tarjas" de que hablábamos en el apartado segundo de la introducción.

La operatividad de la raposa reside en el hecho de que:


Sus 70 kilogramos se pueden distribuir en la forma

de tal manera que una raposa reporta

70 = 69 + 1 = 
= 3 x 23 + 1 =3 medidas de medio quintal, más lo que pesa el saco
= 3 x 2 x 11'5 + 16 arrobas, más el peso del saco de tres listas
70 = 4 x 17'54 canastas grandes cada una, de 17'5 kgr de papas



También la raposa es conocida en la isla de La Gomera. Según D. Manuel Plasencia Martín, cestero de Agulo (pueblo gomero), se trata de un recipiente en forma de botella que contiene tres canastas, cada una de dos cestos. Cuando la raposa se llena, "afería", su contenido pesa 45 kilogramos ; pero, la raposa "auténtica" (no afería) supone 50 kilogramos de tubérculos.
No sabemos si la "reposa" de la isla de El Hierro, que se usó para "recalcar" y exportar higos pasados, coincide con las de Tenerife y de La Gomera , pues desconocemos su capacidad y los factores que comportaba; aunque ninguno de los cestos que hemos mencionado responde a la descripción del término raposa, que fuera recogida por D. José Pérez Vidal.









Fuente:


• Guía didáctica, LOS CONTENIDOS CANARIOS EN EL ÁREA DE MATEMÁTICAS. José Manuel González Rodríguez (Catedrático de Economía Aplicada, Universidad de La Laguna , Tenerife, España).